Hace varios meses, mientras hacía las fotos del Bizcocho de avellanas y chocolate, me dí cuenta de algo: soy amante de la comida fea.
Con comida fea me refiero a ese tipo de platos que aunque sean deliciosos, carecen de sex-appeal culinario, como por ejemplo, el gazpacho caliente que se hace en Cádiz (prefiero no acordarme, que se me saltan las lágrimas...), los garbanzos con acelgas, las torrijas e incluso la mousse de chocolate. Puede sonar raro que alguien diga que la mousse de chocolate no tiene un buen aspecto, pero pensad solamente en el aspecto que tiene e imaginad que no hubiérais probado el chocolate jamás... ya sabéis a lo que me refiero.
Pues ésta es una de esas recetas que aunque muestre un exterior marrón y poco tentador a primera vista, es toda una explosión de sabor en el paladar.
Este paté es un habitual en casa, ya sea como aperitivo en celebraciones de todo tipo (lo preparo todos los años para Navidad), como base para otros platos e incluso como relleno de bocadillos.
Espero que os animéis a hacer esta receta y no lo olvidéis, la belleza esta en el interior.
Nivel de dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes
300g de champiñones o setas tipo ostra
1 cebolla
2 dientes de ajo
75g de almendra fileteada
50g de mantequilla
sal
pimienta negra recién molida
Preparación
1 Lavar las setas (ya sé que no se deben lavar, pero prefiero asegurarme de que no tienen tierra) y escurrirlas bien. Picar la cebolla (ni muy gruesa ni muy fina) y machacar los ajos.
2 Precalentar el horno a 180ºC (350ºF) y preparar una bandeja de hornear con las almendras fileteadas.
3 Calentar 25g de mantequilla en una sartén grande y añadir la cebolla, los ajos y un poco de sal. Cocinar la cebolla y los ajos a fuego medio durante unos 10 minutos o hasta que estén bien hechos y tengan un color dorado oscuro. Remover de vez en cuando durante este proceso.
4 Hornear las almendras durante unos 10 minutos, vigilando que no se quemen.
5 Mientras se doran los ajos y la cebolla, cortamos las setas en trozos del mismo tamaño. Si usas champiñones, córtalos en láminas gruesas. Añadimos las setas, salpimentamos y subimos un poco el fuego hasta que empiecen a soltar el agua. Bajamos el fuego de nuevo y cocinamos las setas hasta que estén ligeramente caramelizadas, durante unos 10 minutos. Este paso depende del tipo de seta que utilicemos, no deben quedar quemadas ni aguadas.
6 Una vez hayamos retirado la sartén del fuego, esperamos unos minutos y traspasamos el contenido de la sartén a un recipiente para hacer el paté. Añadimos las almendras tostadas (reservaremos unas pocas para decorar), los 25g de mantequilla restantes y con ayuda de una batidora o robot de cocina, trituramos todo hasta conseguir una pasta homogénea. Probamos y rectificamos el punto de sal.
7 Hay que guardar el paté en el frigorífico 1 hora como mínimo. Servir con las almendras reservadas por encima acompañado de un buen pan o tostadas.
Consejos
- Usa el tipo de seta que más te guste. En esta ocasión he utilizado unos portobello hermosísimos, aunque sirven igualmente champiñones blancos, crimini o setas ostra.
- Si no encuentras almendra fileteada, puedes utilizarla entera, aunque tardará más tiempo en tostarse en el horno y hay que batirla más a la hora de hacer el paté.
- Puedes hacerlo con antelación y dura hasta 4-5 días en el frigorífico.
- Anímate a probar este paté con pan de centeno, verás que buena combinación.
Esta es otra receta de otro libro de cocina vegetariana que no tengo a mano...prometo poner las referencias lo antes posible.
*¡Solucionado! El gran libro de la cocina vegetariana de Sarah Brown.
Como diría uno que yo me sé..."Qué asco más rico". A mí también me gusta la comida fea :)
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