6 de octubre de 2013

PAN SIN AMASADO



Si alguna vez os ha picado el gusanillo del pan, pero no os habéis atrevido, esta es vuestra oportunidad.

Esta receta es tan sencilla que hasta el cocinero casero más novato puede quedar como un "Ferran Adriá" frente a familiares y amigos. Sin amasado y sin técnicas extravagantes, conseguiréis hogaza casera de miga esponjosa y corteza crujiente.



 
Lo único que necesitáis es una olla, cazuela de barro o Pirex con tapadera que se pueda meter en el horno.



Nivel de dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 10 minutos de trabajo + unas 14 horas de reposo aproximadamente
Tiempo de horneado: 40 minutos aproximadamente


Ingredientes

500g de harina de fuerza o harina panificable
345g de agua a temperatura ambiente 
10g de sal
1g de levadura de panadero seca o 4g de levadura de panadero fresca
Harina, sémola de trigo o salvado para los reposos


Preparación  

1   Si queremos tener el pan listo para el almuerzo, es aconsejable realizar este paso la noche anterior.

En un cuenco grande mezclamos la harina, la sal y la levadura. Si usas levadura fresca en vez de levadura de panadero seca, es aconsejable que la disuelvas en el agua. A continuación, incorporamos el agua y usando las manos, mezclamos hasta conseguir una masa homogénea. Una vez veamos que la harina y el agua están bien mezcladas hemos terminado este paso. 
Cubrimos el cuenco con papel film y lo dejamos reposando a temperatura ambiente unas 12 horas.

2   A la mañana siguiente veremos que la superficie de la masa esta llena de burbujas, esto es una buena señal. 

Retiramos el papel film y con las manos limpias y muy mojadas (cada vez que la masa se nos empiece a pegar, nos las mojamos de nuevo) doblamos la masa dentro del cuenco, de la misma forma que plegamos un papel para introducirlo en un sobre: agarramos un tercio de la masa y lo plegamos por encima y repetimos el proceso con el lado opuesto. Finalmente, plegamos la masa sobre sí misma.
Este paso nos va a ayudar a conseguir una buena miga.
Cubrimos el cuenco de nuevo con papel film y dejamos reposar la masa 15 minutos.

3   Preparamos una superficie limpia y más harina (a mi me gusta utilizar sémola de trigo) para dar forma al pan.

Volcamos el contenido del cuenco sobre la encimera o mesa de trabajo que habremos cubierto con una cantidad generosa de harina o sémola, para evitar que la masa se nos pegue. Volvemos a plegar la masa sobre sí misma en tres partes: izquierda, derecha y de arriba a abajo. La colocamos con los pliegues hacia abajo. 



Podemos terminar  el proceso de formado en este paso y dejar la masa reposando antes de meterla en el horno o podemos esperar 15 minutos más y formar una bola para que el pan nos quede más redondo antes del último reposo.
Yo le he dado forma de bola plegando un poco más la masa hacia adentro, aunque también queda bien si lo dejas reposando tras hacer los pliegues.


4   Colocamos la bola de masa con los pliegues hacia abajo sobre un trapo de cocina limpio (mejor si es de un tejido que no suelte fibras) cubierto generosamente con harina o sémola y la metemos en un cuenco donde pueda aumentar de tamaño. Cubrimos el cuenco con otro trapo de cocina para que la masa repose sin secarse mucho. Este último reposo dura unas dos horas aproximadamente o hasta que la masa aumente más de la mitad de su tamaño. 

Cuando haya transcurrido una hora y media de reposo, calentamos el horno a 225ºC (450 F aproximadamente), calor arriba y abajo, con la olla que vayamos a utilizar dentro. Hay que precalentar el horno durante 30 minutos como mínimo.

Cuando la masa esté lista y el horno y la olla estén muy calientes, nos preparamos para hornear al pan.


5   El paso para trasladar la masa desde el cuenco hasta la olla resulta más sencillo si utilizas una tabla de cocina con un trozo de papel de hornear encima y la colocas boca abajo sobre el cuenco. Sólo tienes que volcar el cuenco y voilà, ya tienes el pan sobre el papel de hornear, listo para transportarlo a la olla. Vamos a hornear el pan con los pliegues hacia arriba, por lo que es normal que la masa comience a abrirse un poco.

Este paso es el más delicado porque es muy fácil que nos quememos. Con mucho cuidado, sacamos la olla del horno y le quitamos la tapadera. A continuación, ayudandonos del papel de hornear y con cuidado de no quemarnos, colocamos el pan dentro de la olla, la movemos ligeramente para colocar el pan, la tapamos y la volvemos a meter en el horno durante unos 20 minutos. 
Una vez transcurrido ese tiempo, bajamos la temperatura a 200ºC (unos 400 F) y sacamos la olla del horno. Cuando la destapemos, veremos como el pan ha aumentado de tamaño y ha "explotado" por arriba (me encanta este momento porque cada pan tiene un aspecto diferente).


Mi pan, más morenito de la cuenta, tras los 20 primeros minutos de horneado.


Horneamos el pan dentro de la olla sin tapadera durante otros 20 minutos o hasta que la corteza esté de un bonito color tostado. Cuando esté listo, lo sacamos de la olla con cuidado y lo dejamos enfriar en una rejilla alejada de corrientes de aire.



Consejos


  •  Cada harina es distinta, por lo que os recomiendo añadir el agua poco a poco. Si veis que la masa esta muy seca, no dudéis en añadir un poco más de agua, vuestra masa os lo agradecerá.

  • Con esta receta comprobarás que hacer pan en casa no es difícil: mezclar, reposar, dar forma y hornear. ¿Que te ha quedado con una forma rara? Da lo mismo, lo importante es el sabor. Y ya verás que aroma cuando destapes la olla... 

  • La harina de  fuerza o harina para hacer pan así como la levadura de panadería se pueden encontrar en muchos supermercados y grandes superficies. La harina de repostería o de freír no sirve para hacer este pan. Tampoco sirve la levadura de repostería (polvos de hornear).

  • Si te interesa dar un punto más rústico a tu pan puedes sustituir 70g de la harina por harina de trigo integral o de centeno.

  • Es normal que la masa quede bastante líquida, así que no os pongáis nerviosos si se os empieza a pegar en las manos o en la encimera (esto mejorará con la práctica) . No es aconsejable poner más harina a la masa inicial para que quede más dura y fácil de manejar.

  • Cuando hagáis los plegados de la masa dentro del cuenco, es importante que tengáis las manos muy mojadas. Lo mismo digo cuando dobléis la masa en la encimera respecto a la harina: echad harina sin miedo sobre la superficie y sobre vuestras manos, de esta forma trabajareis más cómodos y se os pegará menos.

  • No forcéis la temperatura añadiendo agua caliente o poniendo la masa en un lugar con calor (a menos que sea invierno y  vuestra casa esté hecha un congelador). Este pan fermenta sin problemas a temperatura ambiente y si aceleramos el proceso conseguiremos un pan con menos sabor. 

  • Yo utilizo una olla de hierro de Ikea y estoy encantada con los resultados. Puedes usar cualquier recipiente apto para horno con tapadera ya sea metálico, de cerámica o Pyrex.

  • Sabremos que el pan está cocido por dentro si al golpear la base suena hueco. 
 
 
  • Si tenéis alguna duda, no dudéis en preguntar en los comentarios. 



Adaptación de la receta No Knead Bread de Jim Lahey

3 comentarios :

  1. ummmmm q buena rebaná...con aceite, bacalao, huevo duro y una cebolleta a bocaoh¨ jojojo no veas lo que ma inspirao la rebaná...con esos hojuelos ¡¡ q pinta más buenísima !! ¡¡q arte, Pili !!

    ResponderEliminar
  2. Hay que poner un poco mas de agua xq sino la masa queda muy seca. Por lo demás, el resultado es estupendo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buena observación.
      Es verdad que en mi caso tengo que añadir más agua por el tipo harina que se vende por aquí. No recomiendo echar mucha más agua para no asustar a los primerizos en el tema del pan. Hay que ir entranando el ojo con las masas, todo depende del tipo de harina que utilices.

      Eliminar