Esta es mi versión de un plato asiático que todos conocéis. Pido perdón de antemano si algún experto en cocina china lee estoy le entran ganas de suicidarse. Pero así es como lo hago en casa, sin muchas complicaciones.
Este es un plato todoterreno, versátil y rápido que me ha salvado más de una cena.
Es posible que tengas que comprar las salsas y el vino para prepararlo, pero créeme que les darás uso para otros platos. Además, no tienes que preocuparte por gastarlas pronto porque duran una eternidad en el frigorífico.
Dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes para 4 personas
250g de tallarines asiáticos de trigo
150g de champiñones
1 zanahoria
4 cebolletas (50g)
150g de calabacín
50g de repollo
60g de tirabeques (también llamados bisaltos)
300g de gambas
60ml de vino chino de arroz
60ml de salsa de soja
1 chorro generoso (unas 2 o 3 cucharadas) de salsa hoisin
aceite de sésamo o girasol
Preparación
1 Calentamos bastante agua en una olla para cocer los tallarines. Mientras tanto lavamos todas las verduras y preparamos un cuenco grande delante de la tabla de cortar. Cortamos las verduras en trozos regulares de tamaño similar: los champiñones en láminas, las zanahorias en tiritas o rodajas, los calabacines en tiritas (no muy grandes y de un grosor que no supere 1 cm) para que durante el salteado no se nos quemen o se queden crudas. A mi me gusta variar las formas para mejorar la textura. Cortamos la cebolletas en aros y los tirabeques en 3 partes. Conforme vayamos cortando, vamos depositando toda la verdura en el mismo cuenco.
2 Cuando el agua este hirviendo, cocemos la pasta según nos indique el envoltorio. Pelamos las gambas y las lavamos. A mi me gusta trocearlas, aunque se pueden dejar enteras. Escurrimos la pasta y la enfriamos con agua.
3 En una sartén bien grande (si tenéis un wok, perfecto) calentamos 3 o 4 cucharadas de aceite de girasol (si te gusta un sabor más pronunciado puedes usar aceite de sésamo) a fuego muy fuerte. Cuando el aceite este muy caliente echamos todas las verduras de una vez. El fuego tiene que estar al máximo para que las verduras se salteen en vez de cocerse. Salteamos las verduras sin dejar de moverlas unos 3 minutos como máximo y echamos el vino de arroz y las gambas. Cuando ha pasado un minuto y el vino ha empezado a evaporarse echamos la salsa hoisin y la salsa de soja. Cocinamos durante unos 3 minutos hasta que las gambas estén hechas y las salsa haya reducido un poco. Probamos el punto de sal.
4 Agregar los tallarines cocidos y enfriados y remover con unas tenazas o dos cucharas para que se mezclen bien con las verduras hasta que estén calientes.
5 Servir de inmediato. Este plato queda genial acompañado de una cerveza fresquita.
Consejos
- He de admitir que para algunas cosas soy muy purista, pero éste no es el caso. Este plato entra dentro de lo que es la cocina de aprovechamiento en mi casa. Cada vez que lo hago, cambio algo, porque no siempre tengo todos los ingredientes y a lo mejor me interesa gastar alguna verdura que se me esta poniendo pachucha. Así que no te cortes, usa lo que te apetezca: brotes de bambú, brotes de soja, espinacas, pimiento, brócoli...
- El vino de arroz y la salsa de soja son imprescindibles para que este plato tenga ese toque que nos recuerda a la cocina china. También debemos incluir zanahoria, cebolleta y setas entre las verduras que usemos para su elaboración.
- Para hacer este plato versión vegetariana añade tofu frito a cuadraditos. O si prefieres usar pollo en vez de gambas, añade el pollo ya cocinado (si esta cortado en trozos muy pequeños no hace falta) en el mismo punto de la receta.
- En cuanto a las salsas, no te preocupes si no encuentras la salsa hoisin. A mi me gusta usarla porque aporta un toque dulzón al plato, pero si lo prefieres puedes usar salsa teriyaki, salsa de judías negras o solamente salsa de soja.
- Las verduras de este plato deben estar al dente, es decir, cocinadas ligeramente para que queden crujientes, por lo que es mucho mejor quedarnos cortos a pasarnos con el tiempo del salteado.
- Ojo con la sal. Estas salsas son muy saladas, así que es aconsejable que vayas probando y no añadas la sal (en caso de que sea necesario) antes de que el plato esté casi listo.
- Los tallarines de este plato empiezan a pegarse en cuanto se enfrían. Es normal. El motivo por el que los tallarines comprados en un restaurante chino no se pegan es que contienen toneladas de aceite. Este es el precio que pagamos al optar por un plato bajo en grasas.
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