28 de octubre de 2014

TARTA RÚSTICA DE QUESO Y CALABAZA



Esta tarta salada, conocida como galette por estas tierras, es fruto de un despiste.




Cuando te falta el único ingrediente que necesitas para la receta que tienes planeada y ves como se te va el tiempo y la luz en el único día libre de la semana para dedicarle al blog. Te enfadas muuuucho, te lo puedo asegurar.

Salir a comprar quedaba totalmente descartado (tic-tac, la luz se va), mientras recorría mi salón-cocina (estos americanos...) refunfuñando y dándole vueltas a los ingredientes que tenía a mano: dos remolachas, lechugas mustias que no había tenido tiempo de gastar, manzanas (¿otra vez?), calabaza, ricotta... quesos en general. Sinceramente, buscar recetas a toda velocidad y estresarme no es la mejor forma de pasar mi día libre, pero así soy yo, siempre dispuesta a agobiarme con cualquier cosa.

Hasta que me paré en seco y visualicé (mentalmente, que todavía no llego a tener alucinaciones con la comida) esta galette, esta tarta rústica: una base hojaldrada rellena de queso suave, cubierta de calabaza asada con miel.

Afortunadamente, esta receta ha cumplido mis expectativas tras haberla probado recién salida del horno, templada y completamente fría. Es más, creo que tendré que replantearme las ventajas/desventajas de mi caos a la hora de cocinar...




Nivel de dificultad: medio-bajo
Tiempo de preparación: 45 minutos como máximo
Tiempo de horneado: 35 minutos aproximadamente 






Ingredientes



Para la masa

160g de harina
1/4 de cucharadita de sal
115g de mantequilla muy fría cortada en cuadraditos
60g de yogur griego sin azúcar o crema ácida (sour cream)
2 cucharaditas de vinagre de vino blanco o zumo de limón
60 ml de agua helada


Para el relleno

350g de calabaza lista para asar
1 o 2 cucharadas de miel
1 cucharada de aceite de oliva

250g de queso ricotta o requesón
50g de queso parmesano, grana padano o cualquier otro queso curado de calidad) finamente rallado
1 huevo 
Sal y pimienta negra recién molida 
1 cucharada más de miel para el acabado





Preparación



1   Precalentar el horno a 200ºC (unos 400º F)y preparar una superficie limpia para hacer la masa. 

Como ya os he contado en entradas anteriores, yo suelo usar el accesorio picador de la batidora para este paso, de esa forma la mantequilla se mezcla con la harina sin derretirse y se consigue una textura hojaldrada. Procesamos la mantequilla con una parte de la harina hasta conseguir trozos del tamaño de un guisante. También puedes usar un pastry blender o desmenuzar la mantequilla (recuerda que debe estar muy fría) con tus manos, trabajando rápido para que no se derrita mucho. A continuación, añadimos el resto de la harina a la mantequilla. 

En otro cuenco, mezclamos el resto de ingredientes: yogur, agua, vinagre y sal. Añadimos la parte líquida a la seca y mezclamos sin amasar demasiado. Hacemos una bola con la masa, la aplastamos un poco, la envolvemos con film transparente y la metemos en el frigorífico durante una media hora.

Mientras tanto, preparamos la calabaza.





2   Yo he utilizado un tipo de calabaza que se come con la piel, la delicata squash, por lo que solo he tenido que vaciarla y cortarla en rodajas. Se puede usar el tipo de calabaza que más te guste, solo tienes que quitarle las semillas, pelarla y trocearla.




Colocamos la calabaza en una bandeja para hornear, añadimos la sal, el aceite y la miel y removemos bien. Asamos la calabaza hasta que esté blanda, durante unos 25 minutos. Es aconsejable mover la calabaza con una espátula a la mitad de la cocción para que se hornee bien por todas partes.




3   Preparamos el relleno: mezclamos la ricotta o requesón con el huevo batido, una pizca de sal y el parmesano.




4   Con ayuda de un rodillo de cocina (si no tienes rodillo puedes usar una botella de vino) y un poco de harina, estiramos la masa hasta que tenga un diámetro de unos 35 centímetros. Colocamos la masa sobre un papel de hornear. 





5  Vertemos la mezcla de quesos en el centro de la masa y la extendemos, procurando dejar un margen de unos 7 centímetros (no tiene que quedar perfecto) en el borde. A continuación, colocamos la calabaza por encima y doblamos los bordes hacia adentro. Añadimos pimienta negra al gusto y un poco más de miel. 






6   Horneamos durante unos 35 minutos a 200ºC  (unos 400º) con calor arriba y abajo.





 Consejos


  • Añade un poco de salvia picada a la mezcla de quesos si quieres un toque más aromático.

  • Si quieres conseguir un resultado más suave y dulce, no añadas queso parmesano. 

  • Usa tu imaginación y juega con los ingredientes que tengas a mano: tomates confitados a fuego lento, calabacín, espinacas salteadas...las combinaciones son infinitas.

  • Si estas en modo flojeras, márcate tu versión con masa quebrada u hojaldre de supermercado. Aunque sigo diciendo que como la hecha en casa...









Receta para la masa tomada de smitten kitchen.

8 de octubre de 2014

BIZCOCHO DE MANZANA (RECETA AMERICANA)


Como buena andaluza, soy exagerada. Puedo llegar a afirmar públicamente que cualquier postre hecho con manzana tiene que estar bueno. No importa que sea una tarta, pastel, bizcocho, gratín, mousse, crema... ¡me da igual! 

Para mi éste es un básico atemporal: un postre sencillo, rico y conocido entre la gran mayoría de los mortales. 







Además, ya estamos en otoño. En mi caso, otoño en el estado de NY, el mejor momento y el mejor lugar para meternos de lleno en el tema manzana. Tengo que reconocer que me pierdo un poco con tanta variedad, aunque para comer crudas voy a lo seguro y compro  Honeycrisp: jugosas, crujientes y tan deliciosas que hasta han convertido en seguidor al Dr. Marido. 

Para esta receta he usado la variedad Ginger Gold, de sabor ligeramente dulce, con un punto ácido y  la verdad es que ha salido genial, aunque ya sabes, puedes usar unas manzanas ácidas o las que tengas a mano para hacer esta receta.


Tiempo de preparación: 30-40 minutos con muy poco trabajo + 1 hora aprox. de horneado.
Nivel de dificultad: Fácil. 
Utensilios que necesitas: Molde de 24 cm de diámetro, unos cuencos, coladores, un pincel de cocina y algo para hacer puré la manzana.


Ingredientes


3 manzanas grandes (unos 750g)
un trozo de corteza de limón
115g de mantequilla a temperatura ambiente 
275 harina de repostería
175-200g de azúcar 
1 huevo grande
2 cucharaditas de levadura de repostería (polvos de hornear)
1 cucharadita de canela en polvo
1/4 de cucharadita de nuez moscada
una pizca de clavo molido
1/4 de cucharadita de sal

Para el acabado

2 manzanas
Mermelada de melocotón



Preparación


1   Precalentamos el horno a 180ºC (350º F) y engrasamos un molde desmontable de 24 cm de diámetro.


2   Pelamos las tres manzanas (o la cantidad que necesites para conseguir 750g), les quitamos el corazón y las troceamos. Ponemos un chorrito de agua (unos 60ml) a hervir en un cazo mediano junto con la cáscara de limón y añadimos las manzanas troceadas. Cocinamos las manzanas tapadas hasta que empiecen a ablandarse y las terminamos de hacer destapadas, hasta que estén hechas puré y no quede nada del agua que añadimos. Esperamos a que se templen un poco, quitamos el trozo de piel de limón y las hacemos puré con una batidora, procesadora u otro utensilo que te sirva para este propósito. Dejamos enfriar en un cuenco o plato.




 

3   Mientras el puré de manzanas se enfría, batimos (a mano o con una máquina de varillas) la mantequilla con el azúcar en un cuenco mediano. Cuando la mezcla esté esponjosa, añadimos el huevo y batimos dos minutos más. A continuación, añadimos el puré de manzana frío o templado (no debe de estar caliente) y batimos de nuevo hasta conseguir una mezcla homogénea.


4   En un cuenco aparte, mezclamos la harina con el resto de los ingredientes secos: sal, especias y levadura. Con ayuda de un tamizador o un colador, añadimos la mezcla seca a la crema de manzanas y removemos lo justo hasta que no queden apenas restos de harina seca. Vuelvo a repetir: este paso es muy importante. Si batimos más de la cuenta, conseguiremos que el bizcocho quede duro. Es mejor unos grumitos de más que conseguir un ladrillo bien homogéneo una vez salido del horno. Vertemos la masa en el molde que hemos engrasado anteriormente.


5  Pelamos las otras dos manzanas, las descorazonamos, las cortamos en láminas y las colocamos en modo decorativo hundiéndolas ligeramente en la masa del bizcocho. Horneamos a 180ºC durante una hora aproximadamente o hasta que hagamos la prueba del palillo y nos salga sin restos de masa.






6   Una vez esté el bizcocho fuera del horno, calentamos unas cucharadas de mermelada de albaricoque, las pasamos por un colador o tamiz para eliminar los grumos y pintamos la superficie del bizcocho. Dejamos enfriar y servimos.








Consejos

  • Este bizcocho aguanta como un campeón el paso de los días, en el caso hipotético de que quede algún trozo, claro.

  • Puedes hacer el puré de manzana con antelación y así tener el bizcocho listo en un pis pas.

  • Las manzanas más recomendables para este tipo de postres son las del tipo Granny Smith, Reineta o Golden, aunque no pasa nada si usas las que tengas a mano.

  • Si tienes cualquier duda, pregunta en los comentarios









 Receta adptada de Gourmet's America de Condé Nast Books