12 de noviembre de 2013

TRUFAS: RECETA BÁSICA Y ALGO MÁS


He de confesar que mi relación con el chocolate es un poco complicada.  Me encanta, pero no lo suelo comer todos los días y no lo uso con tanta frecuencia para hacer postres como debería.
Creo que todo esto tiene que ver con la idealización de un sabor, con la búsqueda de una sensación concreta, porque según mi opinión, no se puede ir añadiendo chocolate a cualquier cosa (ehem, habló la que mezcla el chocolate con limón o con chiles...). 

Me refiero a que si vas a hacer algo con chocolate, debes hacerlo bien. A mi no me vale que una cosa parezca que está hecha con cacao para que yo diga ¡Chocolate, qué rico!, en absoluto. 
Para que me guste debe tener un sabor potente y una textura adecuada, en resumen, tiene que hacer justicia y honrar a la palabra Chocolate.



Y de esa forma llegamos a la receta de hoy: Trufas, una receta de  chocolate para todos los paladares, sin alcohol y sin pretensiones.

Esta receta me gusta por muchos motivos: el equilibrio que se consigue entre sabor y textura es muy bueno, el punto de chocolate no es ni muy suave ni muy intenso, su elaboración es fácil (me refiero a la receta base) y se puede hacer en un momento de inspiración sin tener que pasar antes por el supermercado (en el caso de que seas como yo y guardes siempre una buena reserva de chocolate en casa) ya que se hace con leche evaporada en vez de nata.

Por último, decir que como soy tan previsora (léase en modo sarcasmo), he hecho la receta sin llegar a hacer fotos de las trufas decoradas de la forma tradicional... pero como compensación os voy a contar las diferentes modificaciones que hago con esta receta: cobertura de Chocolate Blanco y  Pistacho con Caramelo. 

Me voy a reservar la receta de las de Chocolate Negro y Mandarina para una entrada que intentaré poner dentro de poco.


Nivel de dificultad: Fácil en el caso de que prepares las trufas con la decoración tradicional de cacao en polvo o virutas de chocolate
Tiempo de preparación: 30-40 minutos (sin contar las 10 horas de reposo en total que necesitan) para las trufas básicas.

Lo demás depende de ti, si quieres invertir más tiempo en una decoración muy elaborada o añadir otros ingredientes para hacer unos deliciosos bombones.


Ingredientes para unas 30 trufas

Masa

175g de chocolate de cobertura negro troceado
175g de chocolate de cobertura con leche u otro chocolate con leche de calidad troceado
125g de leche evaporada

Decoración 

Cacao en polvo sin azúcar
Azúcar glas
Virutas de chocolate



Preparación

1   Calentamos la leche evaporada a fuego suave en un cazo o en un cuenco mediano en el microondas. Una vez hayamos calentado la leche evaporada, la apartamos de la fuente de calor y añadimos los dos tipos de chocolate troceado. Movemos la mezcla un segundo y la dejamos reposar cubierta durante unos 2 minutos. La mayoría del chocolate se habrá derretido durante el tiempo de reposo. De esta forma nos aseguramos de derretir el chocolate sin añadir aire a la mezcla, así conseguiremos que las trufas tengan una textura realmente cremosa.

2   Terminamos de incorporar el chocolate que aún no se ha derretido moviendo la mezcla suavemente con una espátula de silicona. Volcamos la masa de las trufas en un recipiente,  lo tapamos con plástico transparente y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente durante unas 2 horas. Luego, metemos recipiente en el frigorífico durante 8 horas, hasta que la masa de las trufas esté bien fría.

3   Una vez haya transcurrido el tiempo de enfriado de la masa, podemos proceder a dar forma a las trufas. Yo me suelo ayudar de una cucharilla de postre para este paso, aunque también podéis usar un cuchillo o lo que os resulte más cómodo para ir cortando la masa de las trufas en porciones. Hay que trabajar con las manos frías en un ambiente fresco. 
Si lo hacemos rápidamente y queremos decorar las trufas de forma tradicional (con virutas o chocolate en polvo), podemos ir cortando y dando forma redondeada a la vez. 
En este caso, recordad que las trufas no tienen que quedar perfectas (de ahí viene su nombre, por su similitud con ese hongo tan preciado en la cocina), por lo que podemos terminar de hacerlas rápidamente: damos forma redondeada y las rebozamos en una mezcla de cacao puro en polvo y azúcar glas a partes iguales o en virutas de chocolate. Las guardaremos en el frigorífico hasta que las vayamos a tomar.



Diferentes presentaciones y formas de complicarse la vida



Nº 1 Cobertura de chocolate blanco 



1   Cortamos la masa de las trufas en porciones y una a una, formamos bolitas.

2    Metemos estas bolitas en un contenedor con tapadera y las introducimos en el congelador durante 2 horas como mínimo.

3   Para cubrirlas de chocolate, lo mejor es utilizar una cantidad generosa de chocolate blanco (dependiendo de la cantidad de trufas que vayamos a cubrir de chocolate) y usar una taza para derretirlo en el microondas a intervalos de 30 segundos. Hay que tener mucho cuidado de que no se nos queme. Removemos el chocolate en la taza hasta que derrita por completo. Si vemos que necesita mas tiempo, contamos los segundos (la cantidad de veces que habré quemado el chocolate en el microondas...) y volvemos a remover la mezcla hasta que se haya derretido por completo. Dejamos templar el chocolate un poco y sacamos las trufas del congelador. 

Tengo que aclarar que soy un desastre decorando bombones y prácticamente cualquier cosa. Os voy a contar lo que a mí me funciona, pero si tenéis otra técnica o veis cualquier otra información en otra parte, seguid vuestro instinto.

4   Con un palillo de dientes, pinchamos las trufas y las sumergimos en el chocolate blanco derretido. Este paso es muy difícil de explicar porque, aunque parezca sencillo, el truco está en la profundidad con la que clavemos el palillo. Si lo clavamos mucho, no podremos soltar la trufa en el capacillo para bombones y si lo clavamos muy poco, se nos caerá en la cobertura de chocolate y comenzará a derretirse y a teñir nuestro chocolate blanco...en fin, lleva mucho tiempo y muchas trufas monstruo hasta que le pillemos el tranquillo. La parte que hemos pinchado se suele quedar un poco fea, por lo que la cubriremos con un poquito de chocolate negro y así daremos un contraste interesante al bombón.

Como podéis comprobar en la foto, no he hecho lo que os he contado por una razón sencilla: lo que compré no era chocolate blanco, sino unas "gotitas blancas" para hornear. La textura era infinitamente más gruesa que la del chocolate blanco derretido y decidí hacer una decoración tipo espiral/flor ayudándome de un biberón de cocina.



Nº 2  Pistacho y Caramelo



 1   Tostamos un puñado de pistachos pelados sin sal en una sartén sin aceite a fuego medio/bajo. He utilizado esta cantidad para 1/3 de la masa de las trufas. No dejamos de vigilarlos y de mover la sartén hasta que se hayan hecho. Los dejamos enfriar.

2    Preparamos la superficie de trabajo con una tabla para cortar o una parte de una encimera de mármol cubierta con papel vegetal y un par de tenedores. 
En una sartén pequeña, hacemos caramelo usando unos 100g de azúcar aproximadamente. Hay que ser muy cuidadosos a la hora de trabajar con caramelo, es muy fácil quemarse. 
Calentamos la sartén a fuego medio y esperamos a que el azúcar se derrita casi por completo antes de remover con una cuchara de madera. Cuando el azúcar se haya derretido por completo, añadimos los pistachos y los cubrimos con el caramelo. Trabajamos rápidamente para que el caramelo no se tueste demasiado. Sacamos de la sartén 10 pistachos cubiertos de caramelo uno a uno y los depositamos sobre un lado del papel de hornear. Volcamos el resto del caramelo con los pistachos en el otro lado del papel de hornear con cuidado de no quemarnos. Dejamos que se enfríen.

3   Apartamos los pistachos cubiertos de caramelo que hemos sacado uno a uno en un cuenco pequeño y cortamos con un cuchillo afilado el resto de la mezcla de caramelo y pistachos. Puedes usar un robot de cocina para esto, pero no se controla tanto el grosor del corte. Cortamos a cuchillo hasta que tengamos el grosor deseado para rebozar las trufas. A mi me gusta que queden trozos de pistacho y caramelo relativamente grandes.

4   Para hacer los bombones, cortamos porciones pequeñas de la masa de chocolate y formamos bolitas metiendo un pistacho entero dentro de cada una. Cuando hayamos terminado, rebozamos las bolitas en la mezcla de pistachos y caramelo picado y las colocamos en los moldes para trufas o donde las queramos servir. Las guardamos en un sitio fresco hasta que las vayamos a consumir.




Consejos


  • Usa el mejor chocolate que te puedas permitir. Es lo más básico e importante a la hora de trabajar con chocolate.

  • Organízate bien los tiempos de reposo del chocolate. Prepara la masa de las trufas la noche anterior y de esta forma podrás tener los bombones o trufas listos para el día siguiente.

  • Intenta que la cocina y tus manos estén lo más frías posibles. Si necesitas meter las manos en agua fría, adelante, pero no te olvides de que tienen que estar muy secas antes de volver a tocar el chocolate.

  • Usa un chocolate diferente para la cobertura. Puedes hacer la receta básica para trufas y cubrirlas con tu chocolate favorito. Acuérdate de meterlas antes en el congelador para que no se derritan mucho al entrar en contacto con el chocolate caliente. Cuando vivía en España usaba chocolate blanco con trocitos de fresa liofilizada (lo compraba en Aldi y Lidl) y la combinación quedaba de muerte.
  

Receta del libro Repostería Esencial de la editorial Círculo de Lectores.

1 comentario :